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El Tribunal Supremo y el cambio de sexo en menores

Eva N. Ferraz. El TS acaba de pronunciarse en favor del cambio de sexo en menores, amparándose en principios y derechos constitucionales fundamentales: la protección de la integridad física y moral, el derecho a la intimidad personal y a la propia imagen y a la salud, relacionados con el derecho al libre desarrollo de la personalidad.

Sin embargo, recientemente, el Colegio de Pediatras de EEUU, con su presidenta, Michelle A. Cretella, a la cabeza, ha instado a los educadores y legisladores a rechazar todas las políticas que empujan a los niños a aceptar como normal una vida de suplantación del sexo opuesto por medio de la química y de la cirugía, con los siguientes razonamientos: La sexualidad humana es un rasgo binario biológico objetivo insertado en los cromosomas del individuo: "XY" y "XX" son marcadores genéticos del sexo masculino o femenino- no marcadores genéticos de un trastorno. Nadie nace con un género sino con un sexo biológico. Género (una toma de conciencia de sí mismo como hombre o mujer) es un concepto sociológico y psicológico; no biológicamente objetivo.

Cuando un niño sano biológicamente, cree que es una niña, o viceversa, existe un problema psicológico objetivo mental, no corporal, y debe ser tratado como tal. Estos niños sufren dysphoria de género, un trastorno de identidad de género (GID) reconocido en la más reciente edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-V). La pubertad no es una enfermedad y las hormonas usadas en “terapias” de cambio de sexo, bloquean esta etapa e implican peligro (causan presión arterial alta, coágulos de sangre, accidentes cerebro vasculares, cáncer…).

También inducen un estado patológico: la ausencia de la pubertad - e inhiben el crecimiento y la fertilidad del niño. Las tasas de suicidio son veinte veces mayores en los adultos que usan hormonas del sexo opuesto y se someten a cirugía de reasignación de sexo.

Y concluye Cretella: ¿Qué clase de padres seríamos si condenáramos a los menores a este destino sabiendo que después de la pubertad hasta el 88% de las niñas y el 98% de los niños acaban aceptando naturalmente la realidad y alcanzan un estado de salud física y mental?

Etiquetas:feminismo