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los ultimos días son aprovechados por la mayoría para recordar " oficialmente "

De los difuntos...

Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. Desde hace años, los ultimos días son aprovechados por la mayoría para recordar " oficialmente " y hacer una visita al cementerio donde están enterrados o incinerados, y colocados en una urna, los restos de nuestros seres queridos, que como dijo nuestro Señor Jesucristo, " duermen " y esperan a la Bondad Inmerecida de Dios, nuestro Padre.
Este " gesto " no es malo si con él tenemos clara cuál es la esperanza real de ellos y de todos nosotros, pues dijo el Apóstol Pablo: " no todos moriremos, pero sí que todos seremos transformados y revestidos del nuevo Cuerpo; junto con los nuevos cielos y la nueva tierra; cuando toda la Creación deje de gemir como con dolores de parto; y cuando Jahvé, Dios Padre, sea todas las cosas en todos ".
¿ Cuál es esa esperanza real y verdadera ?.
¿ Están ahora mismo viéndonos en el Cielo nuestros seres queridos junto a los ángeles, o están, utilizando la misma comparación de Jesús el Maestro, en una situación como en la de un sueño que es pasajero, que en condiciones normales es inconsciente y que cuando acaba no recordamos nada ?.
En el Evangelio de Mateo 22: 29 - 33, podemos leer: " Erráis, ignorando las Escrituras y el Poder de Dios. Porque en la Resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como los ángeles de Dios en el Cielo. Respecto a la Resurrección de los muertos, ¿ no habéis leído qué os fue dicho por Dios, cuando dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob ?. Dios no es Dios de muertos sino de vivos. Oyendo esto la gente, se admiraba de su Doctrina ".
El Evangelio de Lucas 20. 34 - 38, nos da más luz al respecto al decir: " Entonces respondiendo Jesús, les dijo: los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; más los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la Resurrección. Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aún Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Él todos viven ".
Vemos varios aspectos destacables, en la Enseñanza de Jesús, y que nos ayudan a conocer la Verdad al respecto de los difuntos.
En primer lugar, y como en otras ocasiones hace Jesús, se descata la importancia capital de conocer las Escrituras, la Esperanza de la Resurrección que ya mencionaban los Profetas, tales como Isaías 26 ó Daniel 12, y que ellos ya sabían de su estudio de la Ley, como por ejemplo en Génesis 3: 15, 22, donde ya se señala que el Proyecto Final de Jahvé, nuestro Dios y Padre, es recuperar lo que se perdió con el pecado y restaurar, renovar o resucitar todo lo desviado, caído y muerto tras ese error inducido por el Engaño de Satanás, el Padre de la Mentira, como el mismo Jesús le llama, o León Rugiente que procura devorar como le llama San Pedro, o el Dragón como le llama Judas en su Carta y San Juan en el Apocalipsis, y que recientemente el Papa nos ha recordado que existe, que es un Ser real y no sólo el mal o lo malo del mundo.
A continuación de señalar la importancia de conocer las Escrituras, Jesús señala la de conocer también el Poder de Dios, y de lo que Él es capaz. El Pueblo de Israel, sabía perfectamente de los milagros y obras poderosas de Jahvé Dios, ya desde los tiempos de su liberación de Egipto, travesía por el desierto y provisión de la tierra de Canaan. Pero habían olvidado todo esto, se habían autoimpuesto reglas opresoras y carecían del Espíritu de Dios una vez más, hasta el punto que no reconocieron al Mesías y lo mataron.
Por último, Jesús señala con absoluta claridad que, al igual que Abraham, Isaac y Jacob, están " para Dios todos vivos ", esperando la Resurrección ( y la Resurrección siempre es de la carne, como sabían los judíos y por lo tanto Jesús nuestro Señor; la separación carne - alma es de la filosofía pagana griega - platónica, y no aristotélica como sabía Santo Tomás ) así los cristianos difuntos o muertos esperan el volver a la vida, el salir de la inconsciencia del sueño, y el poder volver a dar gloria a Dios, pues bien dijo Salomón  " los muertos no tienen consciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario por su trabajo ".
Cristo, es el Medio, el Único Sacerdote y Victima, que Dios nos da para recuperar lo perdido, para que de nuestro Cuerpo sea arrancada la Ley del Pecado, contraria a nuestra voluntad, de la que habló San Pablo; y que seamos revestidos de la Gloria con la que fue revestido Cristo tras haber Resucitado, en carne por supuesto como lo muestra la Escritura.
Lázaro, tras resucitar volvió a morir, Cristo sigue vivo y su Gloria Real será la nuestra. Amén.
 

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